Existen
numerosas plantas que son irritantes o tóxicas, y el simple contacto con ellas
puede ocasionar importantes reacciones en la piel. Otras, pueden ocasionar
severos cuadros gastrointestinales por ingestión, que pueden culminar en coma y/o
muerte.
La
mayoría de estas plantas son muy comunes y están presentes en casi todos los
jardines o interiores.
El componente tóxico puede encontrarse en bulbos, hojas, tallos, flores o frutos, y puede
estar siempre presente o sólo hallarse en algunas épocas del año. Nuestra
mascota puede, accidentalmente, ingerir o masticar alguna de estas partes de la planta y es
posible que no le pase nada, como que pueda requerir asistencia veterinaria urgente.
Los cachorros son los más expuestos
al consumo de plantas tóxicas porque tienen tendencia a mordisquear todo
lo que está a su alcance.
Para reducir los riesgos de que se
intoxique, lo más aconsejable es educar a nuestro perro desde pequeño,
enseñándole que no puede morder las plantas. Si no hace caso, podemos untar la
punta de las plantas con algún producto amargo, y hasta que le sean indiferentes, debemos estar atentos.
Y
aun cuando haya aprendido, existen otros factores que podrían inducirlo a
ingerir o mordisquear plantas:
·
La combinación
calor + falta de agua. El animal podría ingerir cualquier planta de tallos
tiernos. Debemos estar atentos a que siempre tenga agua fresca y limpia.
·
El aburrimiento.
Cuando un perro, especialmente cuando es cachorro, pasa largas horas solo y aburrido, es
posible que mordisquee todo lo que encuentre a su alrededor, incluido plantas, para
entretenerse.
·
Una mudanza. El
instinto explorador en un lugar nuevo, puede hacer que le llamen la atención
objetos, como plantas, que antes le resultaban indiferentes.
·
La falta de
espacio en la vivienda, aumenta la agresividad y puede
crear un estado de nerviosismo, lo que intensifica la
necesidad de romper y masticar lo que encuentre a su alcance, como las plantas.
Los síntomas de una intoxicación no siempre son
evidentes, ya que el envenenamiento se puede manifestar, según los casos, a
través de signos digestivos, nerviosos o hematológicos. Entonces, es importante
recordar qué plantas tenemos en casa y si lo vimos comerla, llevársela al
veterinario para que pueda administrar el antídoto adecuado.
A continuación, encontrarán algunas
de las plantas, que más frecuentemente se encuentran en hogares, jardines y
plazas o parques y que pueden resultar tóxicas para nuestras mascotas.
Fuentes:
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