miércoles, 20 de abril de 2011

¿QUERES UN PERRO? EMPECEMOS POR EL PRINCIPIO

Mucha gente toma la decisión de incorporar un perro a la familia, porque los chicos quieren un cachorrito. Pero después, el perro se convierte en un generador de conflictos e incordios, que atentan contra la armonía familiar y no saben qué hacer con él. Como consecuencia de estos actos bien intencionados pero irresponsables, por falta de información o asesoramiento previo, hoy en día, solamente en la Ciudad de Buenos Aires, unos 100 mil animales sin casa ni dueño, deambulan por las calles, hambrientos y/o enfermos. El 90% de ellos, fue abandonado; alrededor de  los 2 años, cuando deja de ser el cachorrito simpático y adorable con el que llegamos a casa aquel día. El abandono se intensifica entre diciembre y febrero (vacaciones). Simplemente, les abren la puerta de la casa para que se vaya, lo abandonan en la ruta o simplemente lo liberan en el lugar turístico. El perro no es un juguete o un peluche, ni es material descartable que si me aburro lo desecho…es un ser vivo que implica muchas obligaciones que hay que tener ganas de asumir… Entonces, ¡a pensarlo bien antes!...

Si además tenemos en cuenta, que un perro puede vivir promedio entre 10 y 15 años, tomar la decisión de sumar un perro al hogar no debería tomarse a la ligera (algunos datos estadísticos indican que el tiempo promedio de duración del matrimonio en los tiempos que corren, es de 10/11 años, así que tengamos en cuenta que un perro podría durarnos más que el cónyuge... ¡ a mí me pasó!)


¿Qué significa tenencia y crianza responsable de mascotas?

Son las responsabilidades que adquiere una persona o familia cuando decide adoptar un animal doméstico para convivir con él y/o su familia con fines de compañía, para asegurar el bienestar de los animales, de las personas y del entorno; teniendo en cuenta que ellos son absolutamente dependientes del ser humano para su bienestar y supervivencia
Los animales silvestres o exóticos NO deben ser adoptados como mascotas. Son obtenidos por cazadores inescrupulosos que producen un gran daño a los animales y al ambiente. Sufren mucho en cautiverio debido a que es muy difícil satisfacer sus necesidades, además de que pueden poner en riesgo la salud, el bienestar y hasta la vida, en algunos casos, de los seres humanos que conviven con el animal y de sus vecinos; y/o alterar el equilibrio del ecosistema en el que se los introduce. Estas especies deben estar libres en su ambiente natural, al que pertenecen.
Hay que tomar conciencia de que adoptar una mascota implica una responsabilidad. Necesitamos sensibilizar a la sociedad respecto de lo que implica tener una mascota, junto con sus obligaciones y respeto por la vida animal
Cuestiones tan básicas como qué hacer cuando surge un viaje o la dedicación que implica un animal enfermo o una hembra preñada, por ejemplo, no son asuntos que la gente suela tener en cuenta.

¿Qué obligaciones incluye la tenencia responsable?

Los SI y los NO



ü  Alimentación: cada raza necesita un tipo de alimentación diferente y en las distintas etapas de su vida. El veterinario, es el profesional más adecuado para informarnos con certeza, qué tipo de nutrición necesita nuestra mascota según su especie, raza, tamaño, edad, etc. Démosle a nuestros perros lo mejor que le podamos dar, ¡ellos hacen eso con nosotros!

ü  Baños regulares: un perro necesita un baño por lo menos una vez al mes, dependiendo de las actividades que realiza, el entorno en el que vive, o el tipo de piel o de pelaje. El veterinario es quien nos dará el mejor consejo al respecto.

ü  Los perros necesitan un ambiente adecuado para mantener su equilibrio físico y mental. Esto nos permite además, evitar que se desarrollen conductas agresivas o riesgosas.

ü  Número adecuado de mascotas: es preferible una mascota bien cuidada que dos o más, que no van a recibir las atenciones y el cariño que merecen.

ü  Espacio: para que se mueva adecuadamente dependiendo de la raza, edad y condición. No es lo mismo la necesidad de espacio para un perrito faldero que para un Gran Danés, o para una raza activa que para una que no lo es.

ü  Refugio contra las inclemencias del tiempo atmosférico: una casa adecuada (fácil de limpiar y desinfectar), protección contra el frío, el calor o la lluvia, etc.

ü  Aseo diario: es necesario limpiar adecuadamente el lugar donde se encuentra el perro.

ü  Retiro de excrementos: las heces deben ser retiradas de inmediato o al menos diariamente.

ü  Desinfección: el mejor elemento para desinfectar es el cloro. Diluido en agua, es efectivo contra todo tipo de gérmenes. Debe ser aplicado por una persona apta y sin la presencia del perro para evitar intoxicaciones, reacciones alérgicas, afecciones al sentido del olfato del animal o accidentes de personas y mascotas.

ü  Ejercicio: todos los perros necesitan salir a pasear al menos 1 hora y media por día. A la mañana y a la noche, aunque tengamos balcón, patio, terraza, jardín grande o chico. En primer lugar, porque necesita hacer ejercicio para su equilibrio físico y mental; y en segundo lugar, porque necesita liberar esa energía que liberaría si viviera en estado natural. 
   Un perro que no sale a pasear, desarrolla trastornos de comportamiento que van desde lo más obvio como aburrirse y desarrollar vicios como lamerse horassss hasta lastimarse por ejemplo, o hacer destrozos en la casa y/o jardín; hasta desórdenes más graves como agresión u obsesiones. Podemos pensarlo de la siguiente manera: a nosotros, también nos hace bien caminar y nuestro gran amigo es un excelente partenaire ¡que siempre estará dispuesto y feliz de acompañarnos!

ü  Educación: básicamente, es más fácil convivir con un perro educado, que conoce las reglas del entorno en el que vive, los si y los no, que con un perro descontrolado que no obedece y hace lo que quiere (vean la película “Marley y yo” y después reflexionen acerca de si vale la pena o no, educar al perro). Entonces, enseñémosle qué es lo que puede hacer y qué no, y seamos constantes en respetar las reglas que nosotros mismos ponemos. Y mejor aún, si lo podemos adiestrar (nosotros solos o con un adiestrador) y que el perro aprenda a caminar a nuestro lado, que no cruce la calle, etc.

Otro dato a tener en cuenta antes de tomar la decisión: presupuesto

¿Cuánto cuesta aproximadamente tener un perro en buenas condiciones?

Alimento: podemos cocinarle nosotros y en ese caso debemos asesorarnos con el médico veterinario, acerca de los ingredientes que necesita nuestro perro para estar bien nutrido. La otra opción son los alimentos balanceados.El mercado está dividido en cuatro segmentos diferenciados por calidad y precio: súper premium (entre $ 16 y $ 25 el kilo), premium (entre $ 10 y $ 12), estándar (entre $ 5 y $ 8) y económico (entre $ 3 y $ 4). Además de las diferencias en el costo de los alimentos que oscila en un promedio de $ 13 y $ 3 el kilo, también existen segmentaciones referidas a la raza, el tamaño del animal así como a sus necesidades de -entre otras- mantenerse, bajar de peso, ganar energía o en relación a la medicación que se le suministra

Pipetas antipulgas: éstas deben ser aplicadas cada 30 días (dependiendo de la marca/laboratorio y los hábitos del perro). La mayoría, además de las pulgas, cubren varios parásitos externos como garrapatas y mosquitos. Existen otros recursos antipulgas, pero las pipetas son las que han ganado más adeptos. Por supuesto, la única palabra que vale, es la del veterinario, que nos recomendará lo más adecuado para nuestro perro según su tamaño, edad, hábitos etc. El costo aproximado de las pipetas ronda entre los $15 y $48

Vacunas: a los perros hay que vacunarlos todos los años. La vacuna de la rabia es obligatoria y el veterinario expedirá un Certificado Nacional de Vacunación Antirrábica Ley 22953. Adicionalmente, el plan de vacunación anual incluye la vacuna contra la tos de la perrera y la séxtuple. El costo aproximado es de $135 (el plan anual)

En el caso de que estemos pensando contratar un paseador, aunque siempre lo mejor es salir a hacer ejercicio junto a nuestro compañero canino, el costo mensual oscila entre los $150 y $300. Por supuesto, contratar un paseador, tampoco es una decisión que deba tomarse a la ligera. Son incontables los casos de perros que se le escaparon al paseador, que cruzaron la calle y los agarró un auto, que se lo robaron...así que antes de contratarlo, hay que buscar recomendación, ver a qué plaza los lleva, asegurarse que sea idóneo, que pueda dominar la jauría que pasea, etc., es un tema que amerita un capítulo aparte.

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